facebook accitanosdelaestacion.es Anuncios GOOGLE patrocina © Accitanos de la Estación ® desde 2008 ...
Hola invitado Inicio Yo viví o trabajé en la Estación de Guadix Login 19/03/2024 06:21h
           

Ir a la página: [-1] 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 [+1]

Ir Abajo
OBISPADO GUADIX-BAZA
  • Publicado: 10.09.2009, 08:41
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    23

    DE LA TRASLACIÓN DEL SAGRADO CUERPO DE SAN TORCUATO DE GUADIX A GALICIA


    Poseyó muy gozosa la Santa Iglesia de Guadix el precioso tesoro del cuerpo sagrado de San Torcuato., su primer prelado y patrono, hasta que la invasión de los sarracenos deshizo la eclesiástica armonía del Catolicismo y profanó sus sagrados templos, sujetando a su imperio tiránico casi toda España, cuya lamentable pérdida sucedió por el año 714 de Cristo.
    Por este tiempo, dicen Antonio de Fianza y otros, llevaron los cristianos de Guadix al santísimo cuerpo de San Torcuato a Galicia, y le escondieron en término del Obispado de Orense, en un sitio donde está la antiquísima iglesia de Santa Coloma. Algunos dicen que fue San Frodoario, Obispo que era de Guadix cuando se perdió España.
    El Templo de Santa Coloma, llamado de San Torcuato, y dedicado al Santo, fue fabricado en forma de cruz y, en el brazo de la epístola estuvo el cuerpo de San Torcuato en un sepulcro grande de mármol blanco, aunque después fue trasladado el Sagrado Cuerpo de San Torcuato a Celanova.
    El Sagrado Cuerpo de nuestro patrono San Torcuato estuvo en Santa Coloma por espacio de más de doscientos cincuenta años.
    Fue San Rodesindo Obispo de Mondoñedo, después de Santiago de Galicia y fundador del Monasterio de Celanova, quien hizo la traslación a donde se retiró a morir, dejando aquella santa casa ennoblecida con las reliquias de San Torcuato.
    El papa Alejandro III envió al Cardenal Jacinto para intentar arreglar las diferencias entre Don Alfonso VIII Rey de Castilla y Don Fernando II de León por el año 1174 y según don Mauro Ferrer estuvo en Celanova y trasladó los Santos Cuerpos de San Torcuato y San Rudesindo a otra Capilla que mandó hacer y los colocó solemnemente a los lados del altar en dos sepulcros de piedra con cajas de madera sobredorada.
    Desde el tiempo del Cardenal Jacinto estuvo en la capilla de San Rodesindo este sagrado cuerpo (de San Torcuato) por espacio de cuatrocientos y más años hasta el de 1601. Al descubrir el sagrado cuerpo se entregó al Rey Felipe II una caña de las dos que tiene el brazo para su Monasterio de San Lorenzo del Escorial; y la otra con el dedo pulgar, a la santa Iglesia de Guadix. Cuya traslación referiré en el último párrafo.
    Siendo Abad Fray Jerónimo de Gante le pareció sacar la cabeza de San Torcuato de su sepulcro y la colocó, en un relicario para que se venerase en la Sacristía, donde le hizo un arco y retablo.
    Después hicieron unas ricas arcas de plata en que pusieron los santos cuerpos de San Torcuato y San Rodesindo y los colocaron en el altar Mayor el día 1 de marzo de 1601.
    Asistiendo, según refiere el Padre Yepes, el Obispo de Orense; el Arzobispote Santiago; el Virrey de Galicia; el Conde de Caracena; algunos prebendados que enviaron las Catedrales de Santiago y Orense; muchos oidores de la audiencia de Galicia y cien soldados que fueron por mandato del Virrey. Pero según narra don Mauro estaban con mayor majestad y decoro en la parte donde los había colocado el Cardenal Jacinto, y que aquel día se sentía una rara tristeza en el convento.
    Esta es la última traslación de las reliquias de San Torcuato, en esta ocasión fue colocado el corazón del santo en otro relicario de plata junto a su santísima cabeza, en el arco de la Sacristía.
    La santa Iglesia de Santiago consiguió dos huesos enteros de los muslos de ambos santos. La Santa Iglesia de Orense consiguió reliquias de ambos santos, y por ello celebra desde aquel tiempo, en 15 de Mayo la fiesta de San Torcuato en rito doble. El mismo año de 1601 logró una quijada del santo, con un diente en ella, el Colegio de la Compañía de Jesús de Guadix.


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 10/09/2009 10:59h<!-- end editby -->
  • Publicado: 17.09.2009, 12:38
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    24

    DEL ANTIGUO CULTO Y SOLEMNÍSIMO OFICIO DE SAN TORCUATO Y SUS COMPAÑEROS, C0MPUESTO SEGÚN LAS REGLAS DE SAN ISIDORO, ARZOBISPO DE SEVILLA.

    El antiguo culto con que han sido venerados desde la primitiva iglesia San Torcuato y sus compañeros, se prueba y manifiesta de los antiguos martirologios de varias provincias, en los cuales se hace gloriosa mención de ellos, como son: en el Romano antiguo y moderno, cuyo origen se deriva del Pontificado de San Clemente I (que fue creado por el año 93 de Cristo) en el cual creó en Roma siete notarios, que divididos por siete regiones, se aplicasen a adquirir y a escribir con todo cuidado las vidas y muertes de los santos, y este es el martirologio o Códice de quien hace memoria San Gregorio Magno. En las obras de San Jerónimo cuya cláusula tocante a San Torcuato la refieren algunos autores. En el Martirologio del venerable Bleda que floreció en el siglo VII, y lo coligió según Juan Molano del Martirologio latino de San Jerónimo y del griego de Eusebio Cesariense, que floreció en tiempo de Constantino Magno, cuyo imperio comenzó el año 306 de Cristo y feneció el del 337. En el martirologio de Usardo en Francia, escrito de orden de Carlomagno, cuyo reinado comenzó el año de 709 y terminó en el 814. En el Martirologio métrico del beato Wuandelvertó, escrito cerca de los años 839. En el del Venerable Adon Viennense, escrito años después. En el escrito de San Notkero, que murió el año 912. En un antiguo martirologio de León de Francia, copiado por Juan Bosco, cuya cláusula, con la memoria de San Torcuato y sus compañeros refieren el Padre Jódar y el Cardenal Aguirre.
    La antigüedad de los martirologios referidos, que hacen plausible memoria del día 15 de Mayo de estos siete Santos prueban plenamente que el culto de ellos tuvo principio en la primitiva iglesia y fue recibido por los legendarios de toda la república cristiana, lo cual acreditan también las epístolas que se han referido de los Papas san León III y el Beato Gregorio VII.
    Dentro de autoridades extrañas, tenemos dentro de España una superior a muchas, que es la del gloriosísimo y sapientísimo doctor San Isidoro, Arzobispo de Sevilla, que solemniza con solemnísimo oficio propio el culto y veneración que se dio uniformemente en las Santas Iglesias de estos reinos a San Torcuato y sus compañeros en aquellos primitivos siglos del Catolicismo, según consta de su antiguo Misal, llamado ahora el mozárabe, el cual compuso y reformó de Orden del Concilio Cuarto Toledano, celebrado el año 633. Se debe advertir que este título (de componer el misal) es cierto porque lo perfeccionó y reformó para que todas las iglesias de España lo siguieran sin variedad alguna en los ritos, festividades y oraciones, más el orden y la forma de él y de sus ceremonias dimana del tiempo de los Apóstoles y venida de San Torcuato y sus compañeros a España.
    Hállase en él un Oficio muy solemne con antífonas, himno, prefacio y oraciones propias de San Torcuato y sus compañeros.
    ---


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 17/09/2009 13:48h<!-- end editby -->
  • Publicado: 24.09.2009, 11:40
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    25
    (Nota: Parte de esto es añadido por mí, hoy, para que se comprenda mejor ese llamado Oficio)
    HORAS CANÓNICA
    Se trata de una división del tiempo empleado durante la Edad Media en la mayoría de las regiones cristianas de Europa, y que seguía el ritmo de los rezos de los religiosos de los monasterios. Cada una de las horas indica un Oficio divino o liturgia de las horas es decir el conjunto de oraciones pertinente a esa parte del día.
    Origen
    San Benito denominó a estas horas de rezo Horas Canónicas, y así se haría desde el siglo VI; su nombre proviene de las órdenes y normas o cánones de la Iglesia Cristiana del medioevo. Durante esa época se organizó el sistema de horas centralizando su uso principalmente en los monasterios benedictinos (de la orden de San Benito).
    La división del día en siete partes tiene su origen en el Salmo V, en el que se lee: "Siete veces al día te alabaré", y también se lee a medianoche me levantaba para darte gracias.
    Todos los Sacerdotes teníamos la obligación de rezar todas las Horas, aunque no a su tiempo señalado, de ahí ese librito que solíamos llevar muchas veces en la mano: el Breviario.
    Las horas canónicas eran las siguientes:
    Maitines: medianoche, las 24:00. Laudes: las 3:00. Prima: Primera hora después de salir el sol, aproximadamente las 6:00 de la mañana. Tercia: Tercera hora después de salir el sol a las 9:00. Sexta: las 12:00. Nona: las 15:00. Vísperas: las 18:00. Completas: las 21:00
    De las Vísperas
    Las Vísperas señalan el fin del Oficio diurno y el ocaso de la luz alternativa; a ejemplo del Antiguo Testamento es celebración solemne. Era costumbre de los antiguos ofrecer a esta hora los sacrificios y perfumar el altar con aromas e incienso (Éx 29,41); testigo de ello es aquel cantor de himnos, desempeñando el regio y sacerdotal servicio, al decir: Ascienda mi oración en tu presencia, el levantar de mis manos, sacrificio vespertino (Sal 140,2).
    También en el Nuevo Testamento, a la misma hora Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, cuando cenaban los Apóstoles, les entregó el misterio de su Cuerpo y de su Sangre, para que a la hora misma del sacrificio significase el ocaso del mundo; por lo cual, en honor y memoria de tan altos sacramentos es justo que nosotros en esas horas nos presentemos ante la mirada de Dios y cantemos, dándole el culto de nuestras oraciones, ofreciéndoles el sacrificio y, al mismo tiempo, gocemos en sus alabanzas. El Véspero recibe el nombre de la estrella llamada Vespertina, que aparece a la puesta del sol, de ella habla el profeta: Y hace que salga el Véspero sobre los hijos de los hombres (Job 38,32).

    (De las Vísperas, el himno de Vísperas) "porque prueba la mayor parte de esta santa historia, y para que la devota atención de los estudiosos, leyéndola una y muchas veces, pueda venerar esta sagrada antigüedad".
    HIMNO DE VISPERAS DEL OFICIO DE SAN TORCUATO REFORMADO POR SAN ISIDORO DE SEVILLA. Traido entre otros por D. Pedro Suarez

    La ciudad de Rómulo vestida ya de blanca toga
    Señala destino a siete Pontífices
    Enviados a España por los Apóstoles
    A quienes designan la primera misión evangélica.

    Estos son los muy doctos conocedores de la Luz:
    Torcuato, Tesifonte y Esicio,
    Indalecio y Segundo,
    Eufrasio y Cecilio.

    Todos portadores de la lámpara evangélica
    Iluminan la ignorancia de aquel destino oscuro
    Para que se inflamen así con el fuego católico
    Y dejen de seguir tomando alimentos nocivos

    La ciudad de Acci fue el destino de estos Varones
    Y a unos estadios de ella se detienen
    Y envían a algunos a buscar alimentos
    Para fortalecer a los cansados cuerpos.

    Allí los discípulos a los idolatras gentiles
    Ven adorar, con vanos ritos,
    A los que postrados compungidos,
    Llenos de pavor, ven, ante actos indignos impíos.

    Una turba de los adoradores llevada por la costumbre insana
    Estimando como enemigos a estos hombres con otra fe
    Los persiguen hasta el puente del río
    Y los ponen en acelerada fuga.

    Pero el puente fabricado con muros muy fuertes
    De pronto se rompe en partes
    Salvando a los justos de la manos de sus enemigos
    Sepultando a los enemigos en las aguas del río.

    Este hecho es la causa de la fe del pueblo
    Entre los que una mujer llamada Luparia
    Admirando a los santos, los invita y escucha
    Llenando su corazón con el nombre de los santos.

    Entonces la dama atendiendo con devoción
    A los santos de Cristo, construye una iglesia
    Donde en su Baptisterio recibiese las aguas
    Y para que la gracia limpiase las culpas de todos.

    Aquí se lavó la Dama santa de Dios
    Y renace con el bautismo de vida
    Y aquí el pueblo le sigue en la fe
    Y abraza en multitud el Dogma Católico.
    ---
    De algunas otras horas solo cito alguna oración o frase laudatoria a San Torcuato

    En los Maitines:
    "Los santos que con justicia enseñaron a muchos, resplandecerán como sol del firmamento, y como estrella del cielo en perpetua eternidad".

    Laudes:
    "Infinita gloria ha hecho el Señor (por medio de San Torcuato y sus compañeros) y la Iglesia pronuncie alabanzas en su honor.

    Del mismo modo el Rito Eucarístico de la Santa Misa está piadosamente salpicado de ruegos a Dios para que por medio de San Torcuato y sus compañeros nos concedan "el premio sempiterno".

    Este oficio y todo el mozárabe estuvo en letra gótica hasta que lo hizo imprimir con exacta diligencia el cardenal Cisneros el año de 1500, prosigue D. Pedro Suarez. De todo su contexto se colige claramente que a San Torcuato y sus compañeros debió España la conversión de sus pueblos. Aquel rito es el mismo que usaron las iglesias de España hasta su perdida universal y lo continuaron las de aquellas ciudades que inmediatamente se fueron restaurando de los moros por el glorioso Príncipe Don Pelayo y Reyes sucesores. Este es el mismo que usaron en Toledo las iglesias llamadas mozárabes y que se conserva hoy en la capilla mozárabe de la Santa Iglesia de Toledo.


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 24/09/2009 13:08h<!-- end editby -->
  • Publicado: 01.10.2009, 09:31
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    1-Oct. 2009

    26

    Aunque el estado eclesiástico de España con la introducción del Oficio Romano dejó al isidoriano, sin embargo, han celebrado muchas iglesias el día 15 de Mayo, con el rito ya latino o romano la festividad de San Torcuato y sus compañeros. Y así: la Iglesia de Zaragoza, la Iglesia de Santiago de Galicia, la Santa Iglesia de Burgos, la Orden Militar de Santiago, las Santas Iglesias de Granada, Córdoba y Ebora en Portugal, la catedrales de Sevilla, Avila, Orense, Badajoz, Palencia y Valencia.
    Algunas otras Catedrales dejaron de celebrar este oficio, pero a instancias del Rey por medio del Duque de Medinaceli, Inocencio XII ha concedido por breve de 4 de enero de 1693 se celebre en 15 de mayo la fiesta de San Torcuato por todo el Estado Eclesiástico regular y secular en los dominios de España sujetos a la Majestad Católica con el mismo oficio propio y misa que se concedió y aprobó para el Obispado de Guadix por la santidad de Sixto V en 30 de mayo de 1590, a instancia de don Juan Alonso Moscoso, Obispo de Guadix.
    Por la capitulación ante los moros se consiguió en Toledo que la iglesia dedicada a San Torcuato quedara en uso de los cristianos, entre otras seis iglesias. En estas iglesias celebraron los divinos Oficios los cristianos de todo el tiempo que duró la cautividad, y se llamaron mozárabes que es lo mismo que mixti-árabes. En esta iglesia de San Torcuato está hoy fundado un convento de religiosas agustinas que pronunciado con alguna corrupción lo llaman San Torcaz.
    La Iglesia más antigua consagrada a San Torcuato se edificó en Guadix, cuyo sitio está hoy como una Ermita que es creíble sea el mismo templo antiguo u otro reedificado. La Iglesia de santa Coloma en Galicia, titular de San Torcuato, se edificó al mismo tiempo que fue llevado allí su sagrado cuerpo, luego que sucedió la miserable pérdida de España. En Zamora hay otra antigua iglesia, titular de San Torcuato, y todo esto indica la antigüedad en comprobación del antiguo culto con que ha sido venerado.

    Nota: en el próximo capítulo hablaremos de la solemnísima traslación de la Reliquia de San Torcuato de Celanova a Guadix. San Torcuato ha ocupado en la Historia religiosa y aún cívica de España un lugar preeminente.



    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 01/10/2009 10:41h<!-- end editby -->
  • Publicado: 07.10.2009, 10:08
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    27

    TRASLACIÓN DE LA RELIQUIA DE SAN TORCUATO DE CELENOVA A GUADIX

    Después que los Reyes Católicos restauraron del poder de los moros el reino de Granada, vivía la santa iglesia de Guadix muy ansiosa de gozar el sagrado cuerpo, o, algunas reliquias de su patrono San Torcuato. Más este gozo no lo consiguió hasta el tiempo del Obispo don Juan Alonso Moscoso, interponiendo sus instancias con el Maestro Fray Diego Ordoño, General de de la sagrada religión de San Benito, y con el maestro Fray Jerónimo de Gante, Abad del Monasterio de Celanova. Se valió también de la soberana interposición del Señor Felipe II, Rey llamado el Prudente, expidiendo su Real Cédula. Concedida esta y la licencia del General de San Benito, hallándose el Obispo en la Villa de Argete, de este Arzobispado de Toledo, en 2 de Octubre de 1592, dio sus poderes ante D. Marco Antonio de Figuera, notario apostólico y público de la Audiencia Episcopal de Guadix y beneficiado de la iglesia parroquial de San Miguel, a favor del doctor don Francisco Rubio Dávila Arcipreste de la santa iglesia de Guadix y comisario del Santo Oficio, siendo uno de los testigos del otorgamiento el doctor Juan Arias, canónigo de Baza, para que aquel yendo a Celanova recibiese la santa reliquia de San Torcuato. Púsolo en ejecución el Arcipreste y exhibió la célula real, la licencia del general y poderes del Obispo ante el abad y otros treinta y siete religiosos y darían algunas reliquias, abriendo su santo sepulcro con la solemnidad debida.
    Al abad Fray Jerónimo de Gante le pareció sería más acertado, reconocerle secretamente y enterarse del estado que tenían las reliquias porque había más de seiscientos años no se había llega a abrir. Resolvió, pues, ejecutarlo de noche asistido solamente de Fray Diego de Extremera, Prior mayor y de de Fray Pedro Medrano, el más anciano, los cuales hallaron el cuerpo santísimo de San Torcuato entero, en su natural composición, sin que le faltase cosa alguna, envuelto en una sábana de lienzo algo grueso sobre el que estaba un paño de lienzo muy delgado, con labores antiguas que parecía se acababa de hacer en aquella hora. Y unido a ella, aunque deshecho, a manera de salvados, el cutis o cuero del santo cuerpo. Hallaron también su santísima cabeza en que todavía estaba pegada con la misma sangre seca una venda. Reconocieron también, quedando admirados, que el corazón del santo estaba todo entero, aunque seco, pero sin alguna corrupción.
    Ejecutado lo referido, volvieron a poner el sepulcro como lo hallaron.
    Dispusieron abrir en público el santo sepulcro el día inmediato, que fue a 27 de octubre de 1592 y lo ejecutaron en la forma siguiente, que consta de los instrumentos auténticos que guarda en su archivo la santa iglesia de Guadix. El abad celebró misa solemne en la capilla donde esta el sepulcro de San Torcuato, y asistieron todos los religiosos del Monasterio, y la mayor parte de los vecinos de Celanova, el bachiller Frijoa alcalde mayor del Monasterio y su Abadía y término. Pedro Fonal de Molina, Juez ordinario de la villa y valle de Celanova, y así mismo tres escribanos, que dieron testimonio de cuanto se ejecutó.
    Acabada la misa, el abad, con los tres ministros del altar y otros tres monjes revestidos, subieron al sepulcro de San Torcuato, y apartando el dosel de brocado y una cubierta de madera sobredorada, levantaron la tapa o piedra sobrepuesta en el sepulcro la cual estaba calafateada y era a manera de tumba. Vieron el paño o toalla de labores antiguas y la sábana o mortaja y comenzaron a descubrir la santísima cabeza. No es dudable causaría grande ternura a los que allí presentes merecieron ver este celestial tesoro. El abad prosiguió en descubrir y reconocer los santos huesos, y halló junto a la cabeza toda la quijada de abajo con siete dientes y otros nueve en la misma cabeza. También halló los huesos de los dedos, brazos, manos, piernas costillas y espaldas, y así mismo el corazón; y sacando con sus manos la cabeza, la adoró todo el pueblo, y la volvió al sepulcro, de donde sacó dos canillas del brazo, dos huesos de los dedos, una costilla, dos pedazos de la toalla y otros dos de la sábana, que encerrados en una arquita con su llave, se llevaron al relicario de la sacristía, dejando cerrado el sepulcro, como antes lo estaba
    El día inmediato, 28 de octubre, celebró misa el abad con la misma solemnidad, concurso de gente y asistencia de la Justicia secular y de los tres escribanos. Terminado el oficio, llevó del relicario de la sacristía al altar mayor la arquita referida de donde sacó la una canilla del brazo, el hueso de un dedo y las dos partes de toalla y sábana, que puso y envolvió en unos papeles, y sellados con tres sellos del Monasterio, los entregó con las reliquias referidas al doctor Don Francisco Rubio Dávila, arcipreste de Guadix, el cual sellados como estaban, los envolvió en un pedazo de holanda y después en un tafetán colorado, y encerrándolas en otra arquita de ébano, cubierta de plata, protestó y ofreció llevarlas a la iglesia de Guadix. De esta entrega y recibo de las santas reliquias se formó público documento.
    ---
    Continuará con la llegada a Guadix


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 07/10/2009 11:12h<!-- end editby -->
  • Publicado: 16.10.2009, 08:23
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    28

    Continuación de
    TRASLACIÓN DE LA RELIQUIA DE SAN TORCUATO DE CELENOVA A GUADIX

    El arcipreste, muy gozoso, se encaminó después a Guadix y llegando a la ermita de San Lázaro, extramuros de la ciudad, estaba en ella, asistido de eclesiásticos y seglares el ilustrísimo don Juan Alonso de Moscoso, su prelado, el día sábado 27 de febrero de 1593, después de las tres de la tarde, en cuya presencia manifestó el arca donde traía las santas reliquias, con los instrumentos y recibo y apertura solemne del santo sepulcro en Celanova, los cuales se leyeron. Entregó a su ilustrísima la llave del arca pequeña de ébano, que venía dentro de otra mayor, de que dio otra llave pidiendo recibo y testimonio de todo por ante el mismo Marco Antonio Figuera, notario apostólico y de la dignidad episcopal. Fueron testigos Pedro de Miranda salón, Corregidor de Guadix, el doctor Juan de Arroyo Pulgarón, provisor del obispado; el doctor don Jerónimo de Ochoa Buytrón, maestreescuela; don Fernando de Barradas, regidor de la Ciudad, y el Licenciado Antonio de Rueda, Alcalde mayor de Baza. Su Ilustrísima abrió las arcas, estando en el altar de la Ermita, y halló venían las santas reliquias en la misma forma que se refería en los instrumentos de Celanova. Luego, encendidas muchas luces, sacó su Ilustrísima la canilla del brazo, que adoró con profunda reverencia y la adoraron todos. Luego encerrada la reliquia se cantaron Vísperas con mucha solemnidad y dejó en custodia y guardia algunos eclesiásticos y otras personas en la Ermita, hasta el día siguiente en que se habían de recibir y trasladar a la santa iglesia, llevándose las llaves de las arcas hasta otro día.
    El domingo, 28 de febrero, celebrada la misa mayor, salieron en procesión a las nueve de la mañana, los cabildos Eclesiásticos y secular, yendo en ella todo el clero, las cruces de las Parroquiales del Obispado, la Cofradías con sus insignias, los pendones de los oficios, muchas danzas, música soldados y otros regocijos, siendo muy grande el concurso de gente que acudió de todo el reino de Granada y otras partes. El Prelado llevaba por asistentes al doctor don Alonso de Tamayo, abad Mayor de la Colegial de Baza, y Doctor don Diego de Zambrana, tesorero de la Catedral de Guadix. Habiendo llegado la procesión a la Ermita de San Lázaro, el prelado extrajo la canilla y hueso del dedo, que son del brazo derecho del santo y lo colocó en un hueco de un brazo que para este fin se había hecho, sobredorado, escarciado y labrado con primor, el cual se puso en unas andas de cuatro columnas de plata. En esta forma comenzó a caminar la procesión. En el principio y delante iban los pendones de los oficios de Guadix. Seguíanse después las Cofradías en número de 25 desde Pedro Martínez y Diezma hasta las de la Calahorra y Fiñana.
    Después se seguían las Cofradías de la ciudad de Guadix en número de 19, desde las de Ánimas y San Antón hasta la Del Santísimo de Santiago y Santísimo de la Catedral.
    Seguíanle las Cruces de las Iglesias parroquiales en número de 41, desde la cruz de la Iglesia Mayor, la de Alamedilla y Pedro Martínez hasta la de Santiago de Guadix y la cruz grande de la Catedral.
    Con la misma colocación iban en sus lugares los curas y beneficiados del Obispado, con preferencia lo restante del Clero. Desde la Ermita de San Lázaro se dirigió la procesión por el camino de Granada, a la puerta de Bazamarín, que ahora se llama de San Torcuato.
    Hicíeronse tres Altares por el camino: Uno por la Universidad o Cabildo de Beneficiados de Guadix, otro por los religiosos de los Conventos de Santo Domingo y San Francisco, y el otro, por el Regimiento y Capitulares de la misma ciudad. Entró la procesión a las cuatro de la tarde. Al día siguiente, lunes 29 de febrero se dijo Misa en cuyo pontifical predicó el Padre Francisco Suarez de la Compañía de Jesús. Y en la misma Santa Iglesia se llevó en procesión la santa reliquia. El martes inmediato se celebró la misma festividad. Este día el Prelado mostró y dio a adorar la santa reliquia a todo el pueblo. Después hizo labrar un nicho de mármol, con su reja sobredorada, en el testero del altar Mayor, al lado del Evangelio donde se colocó el brazo con las santas reliquias.
    El santo dedo de San Torcuato lo dio la Catedral de Guadix a la iglesia Colegial del Sacro Monte de Granada, en recompensa a otras reliquias que le envió el año de 1627 de los compañeros de San Torcuato.
    Y aunque la iglesia de Guadix no haya logrado íntegramente todas las del sagrado cuerpo de su Patrono, debe tenerse por muy feliz en gozar, porción tan insigne de sus santos brazos.



    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 16/10/2009 09:32h<!-- end editby -->
  • Publicado: 22.10.2009, 11:27
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    29

    LA SEDE EPISCOPAL DE GUADIX ES LA MÁS ANTIGUA DE TODA ESPAÑA, Y SU CATEDRAL ES APOSTÓLICA

    La antiquísima cátedra, (Catedral) o Silla Episcopal de Guadix, fue instituida por San Torcuato asistido por sus compañeros fabricando iglesia con la ayuda de la matrona Santa Luparia. Ejecutada obra tan santa se quedó en Guadix San Torcuato y los demás condiscípulos se repartieron a diversas ciudades. De lo cual se colige que la iglesia de Guadix y su Cátedra de San Torcuato es más antigua que las de sus coapóstoles.
    Esta antigüedad subsiste también respecto a las demás Sedes Episcopales de toda España, advirtiendo no es mi ánimo decir que la fábrica de la iglesia o templo de Guadix es la más antigua, (la del Pilar de Zaragoza?) si no es probar que su Sede Episcopal y por consiguiente la Catedralidad de su iglesia excede en todas en antigüedad, porque ninguna Iglesia tuvo Obispo en tiempo de Santiago hasta que volvieron a España, ya consagrados, San Torcuato y sus compañeros.
    Probando esta conclusión los testimonios siguientes: Primero la que nos ofrece la Sede Apostólica en su Breviario Romano: que el número de los convertidos por el Apóstol (Santiago) en estas provincias fueron estos siete Obispos, consagrados por San Pedro, los primeros enviados a España.
    El segundo testimonio auténtico es el del Beato Papa Gregorio VII en la carta que envió al Rey Don Alfonso el VI: Que estos siete Obispos, enviados de Roma por San Pedro y por San Pablo, fueron los que en España plantaron la religión y se fundaron las Iglesias a costa de su sangre.
    El Padre Jodar, religioso carmelita, discurre que se puede bien verificar que estos santos fueron los primeros después de Santiago, guardándose su primero lugar al Apóstol. Que era cosa distinta la conversión de los infieles y la fundación de las iglesias, se compadecía bien el haber sido Santiago el primer predicador de España, y sus siete discípulos los primeros que en ella instituyeron las iglesias.
    La tercera tradición que prueba este punto es de autores clásicos extraños y españoles, los cuales llaman a San Torcuato y a sus compañeros los "primeros" obispos de España, y no les dieran este nombre primario si el Apóstol hubiese instituido Prelados y Catedrales cuando predicó en España.
    De todo lo referido se manifiesta que la Cátedra Episcopal de Guadix, instituida por San Torcuato, es la más antigua de las de sus seis coapóstoles, y por consiguiente respecto de todas las de España.


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 22/10/2009 12:53h<!-- end editby -->
  • Publicado: 02.11.2009, 11:27
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    30

    PROPONENSE ALGUNAS OBJECIONES, A QUE SE RESPONDEN.

    Santiago dejó por Obispo en Zaragoza a Atanasio y por Presbítero a Teodoro diciendo que su sede Episcopal tuvo principio en tiempo de Santiago.
    Segundo, que la Iglesia de Braga, en Portugal, tuvo principio en San Pedro de Rates, discípulo de Santiago que lo designó Obispo estando en España.
    Tercero, que según los cronicones Santiago instituyó Obispos en: Toledo, san Elpidio; en Cartagena, San Basilio; en Valencia San Eugenio; en Tarragona san Agatadoro: en Barcelona san Eterio; en Palencia San Nestor; en Logroño San Arcadio, y en Sevilla San Pio.

    Es sentencia de autores clásicos que Santiago no dejó en España instituida sede episcopal alguna. Que el Apóstol solo convirtió a un reducido número de españoles entre los que estaban los siete varones apostólicos que llevó a Jerusalén, y es verosímil que dejase a san Atanasio en Zaragoza instituido Sacerdote para proseguir la predicación donde el Apóstol experimentó un fruto muy estéril.
    El Papa Calixto y algunos Breviarios refieren que el Apóstol los dejó a San Atanasio y San Teodoro para la predicación en Galicia y cuando San Torcuato y sus compañeros trajeron el cuerpo de Santiago los encontraron allí y se quedaron para guardas inseparables del sepulcro según el Papa León Tercero hasta que murieron y fueron sepultados a los lados de su maestro. Lo que hace increíble que fuesen Obispos de Zaragoza pues no hubieran faltado tan frecuentemente de aquella Iglesia.
    Además San León III y Calixto II y los rezos antiguos de la Catedrales de Córdoba y Evora, no expresan que San Atanasio y San Teodoro (con ellos dos habrían sido nueve) fueran obispos como lo expresan de San Torcuato y de cada uno de sus seis compañeros. Confirmase más este discurso, porque el martirologio romano antiguo y moderno no hacen memoria de Santo alguno llamado Atanasio que fuese Obispo de Zaragoza.
    En la antigua historia del templo de Zaragoza, que tiene su archivo en la iglesia del Pilar, se refiere que habiendo fabricado Santiago aquella iglesia dejó en servicio de ella, ordenado de Presbítero, a uno de sus nueve discípulos, más no reseña el nombre de él ni refiere instituyese obispo alguno.
    Toda esta controversia surge el año 1546 cuando Beuter, al escribir su crónica fue el primero que instituyó obispo a San Atanasio.
    En referencia a San Pedro de Rates discípulo de Santiago y ante su supuesta resurrección, hácese improbable la dignidad episcopal de San Pedro de Rates en tiempo de Santiago, porque el Apóstol no dejó instituidos Obispos algunos en España, y los primeros que tuvieron en ella esta dignidad fueron los consagrados por el Apóstol San Pedro. Confirmase este punto porque San León III, Papa en 795, y Calixto II en 1119 no hacen memoria alguna de discípulo que se llamase Pedro, ni tampoco lo hacen los rezos antiguos. Aunque la iglesia de Braga, en los maitines, le llama discípulo de Santiago y Obispo primero de ella, pero no se sabe si esté aprobado por la santa Sede Apostólica el oficio de este santo, como lo está el de San Torcuato y sus compañeros por tres romanos Pontífices.
    El Padre Higuera, en sus cronicones, a fin de dar esplendor a muchas iglesias y pueblos de España con ficción de noticias mezcladas con otras verdades para disimular su artificio, con el cual se ha manchado la pureza de las historias más sólidas de España. Para vencer la improbabilidad de estas fingidas noticias, opuestas a las antiguas autoridades y testimonios pontificios, es suficientísima la tradición del Breviario romano, que llama a San Torcuato y sus compañeros los primeros siete obispos de España. La noticia de estos santos estuvo oculta por haberse perdido las historias eclesiásticas con la invasión de los godos y sarracenos, pero se ha restablecido la noticia porque se pudo conservar en los martirologios y monumentos históricos de la iglesia romana. ¿Y qué fue la causa de haberse conservado en Francia la memoria de San Torcuato y sus seis condiscípulos, colocada en el antiguo martirologio lagdunense y en el escrito de San Noreto y no la de los otros? Y ¿por qué se conservó inviolable el culto y memoria de San Torcuato y sus compañeros en el misal de san Isidoro, llamado mozárabe, y no la de los otros diez santos, pues al modo que se dio el culto a San Torcuato y sus compañeros se le hubiese también dado a los otros?
    De donde se colige que de los diez Obispos repartidos falsamente a los obispados de España, lo fueron siete de ellos en la Quersona Taúrica, ( por Valencia y martirizados en Peñiscola) y los otros dos en Trimitunte de Chipre).Y todos padecieron martirio en el imperio de Diocleciano unos 300 años de Cristo. Por ello ni la catedral de Plasencia, de Sevilla, de Tarragona, de Valencia, de Barcelona, Cartagena y Lugo en tiempo alguno les han rezado, ni reconocido por sus prelados, ni por santos de sus diócesis a ninguno de los Obispos que, respectivamente les reparten estos cronicones, lo cual es bastante argumento para su desestimación.

    Habiendo probado que la sede episcopal de Guadix es la más antigua de España, se sigue decir ahora, por legítima consecuencia, que su santa iglesia es la Catedral más antigua, porque el constitutivo de catedralidad resulta del desposorio espiritual entre el Obispo y la Iglesia. Es tan antiguo el nombre de la cátedra del Obispado, que usando de él el Papa San Clemente, estableció cerca del año 90 de Cristo que la cátedra episcopal fuese colocada en el sitio mas eminente, donde pudiera el Obispo ver a todos y ser visto de todos.
    Respecto de no haber dejado Santiago instituidos obispos en España y por consiguiente tampoco instituyó iglesias Catedrales ni jerarquía eclesiástica, el Padre Bolando dice que de la misión de estos siete dimanó en España la fundación de la cristiandad, la introducción y enseñanza del culto y oficio divino, la institución de la iglesia y, finalmente la ordenación de Sacerdotes.
    Impongo fin a este párrafo diciendo que en las congregaciones que celebran las santas iglesias de Castilla y León, se le debe dar a la de Guadix lugar precedente a las demás Catedrales, sin entrar en sorteo con ellas, en atención a su antigüedad ya que su preeminencia dimana de concesión apostólica.




    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 02/11/2009 20:35h<!-- end editby -->
  • Publicado: 09.11.2009, 10:58
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    31

    LA SANTA IGLESIA DE GUADX ES APOSTÓLICA
    Las Iglesias Catedrales se llaman Matrices, porque son madre y maestras de todas las del Obispado. Llámanse también por excelencia Santas y Apostólicas por la unión que tienen con la romana, madre de todas las del orbe, pero en el caso específico presente, iglesias apostólicas se llaman y son aquellas que tuvieron por autor y por primer Obispo a alguno de los Apóstoles o a alguno de sus discípulos y así Tertuliano llama iglesia apostólica a la de Esmirna porque tuvo por primer Obispo a San Policarpo discípulo de San Juan. Esta autoridad es suficientísima para darle el título y honores apostólicos a la santa iglesia de Guadix y es más, San Policarpo fue consagrado por San Juan pero San Torcuato y sus compañeros lo fueron por el Príncipe de los Apóstoles asistido por el mismo San Pablo, en Roma. Y así fueron discípulos enviados y consagrados Obispos por tres Apóstoles: Santiago, Pedro y Pablo.
    Si la iglesia de Esmirna tuvo por arquitecto y autor a un varón apostólico, la de Guadix tuvo a siete, San Torcuato y sus seis compañeros.
    San Agustín enseña que cuando se dudare si algún libro es canónico o divino de la Sagrada Escritura, aquel se tenga por canónico y divino que tuvieren tal las iglesias apostólicas. Del mismo argumento se aprovechó San Ignacio escribiendo a los de Filadelfia y del mismo modo Tertuliano propone las iglesias de Corinto en Acaya, la de Filipos en Macedonia y la de Éfeso en Asia, enseñadas por San Pablo. De donde se colige cuan grande fue en la antigüedad el honor y autoridad de las iglesias apostólicas, entre las cuales tuvo la de Guadix la misma clase en España.
    Don Fernando de Mendoza tratando de los prelados que asistieron en el Concilio iliberitano, presidido por Félix, Obispo de Guadix, computa esta dignidad y categoría de iglesias apostólicas las de Zaragoza, Guadix, Granada, Toledo, Ébora y otras. La primera de todas, por la fábrica de su edificio, es la del Pilar de Zaragoza. La segunda es la de Santiago de Galicia, de ambas fueron operarios San Torcuato y sus compañeros. La tercera es la de Guadix instituida y fundada por los mismos santos. Después se siguen las de Granada, Avila y Andujar (de quien es sucesora la de Jaén y Baeza) de las cuales fueron fundadores y prelados los seis coapóstoles de San Torcuato. De lo referido hasta aquí se deducen dos consideraciones: la primera, que San Torcuato, asistido de sus seis condiscípulos, fue operario y autor de las tres primeras iglesias apostólicas en España. La segunda, que la santa iglesia de Guadix fue la tercera de ellas en antigüedad de fábrica, pero la primera y más antigua de todas en institución en Catedral, excediéndolas también en la gloria singularísima de haber sido su pueblo el primero de España que en común admitió el nombre de Cristo y es justamente comparable con la iglesia antioquena, de cuya congregación de fieles, que fue la primera, tuvo origen el nombre de Cristianos en el mundo.
    Pudiera reputarse la edificación de la iglesia de Guadix por anterior a la del Pilar de Zaragoza, pero no es mi ánimo poner en controversia la piadosa creencia de los fieles.
    ---
    Nota: Exponer hoy todos estos datos históricos, tiene una gran importancia para sentirnos orgullosos de nuestra Historia. Guadix como Pueblo, en el plan divino de la evangelización, fue el predilecto, como un Belén, donde naciera la fe para toda la Hispanidad. Y creo no se ha utilizado como sentimiento del pueblo que, aquí, como en el pesebre, nació la fe a través de San Torcuato y sus compañeros, que fueron como los Ángeles que anunciaban: "nos ha nacido el Salvador", y Guadix, como los pastores, fueron los primeros, como pueblo, que adoraron al Niño convirtiendo la cueva de Belén en primera Cátedra de la cristiandad hispana que llevaría su doctrina salvadora aún a otro mundo hasta entonces desconocido.
    Y como ocurriera en algún Concilio, el Obispo de Guadix debía ocupar, como en algunas ocasiones, por simbolismo, el primer puesto entre los otros Obispos.


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 09/11/2009 14:17h<!-- end editby -->
  • Publicado: 16.11.2009, 10:59
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    32

    CATÁLOGO MODERNO DE LOS ANTIGUOS OBISPOS DE GUADIX

    La Catedral de Guadix y todas las demás de España y muchas del orbe cristiano carecen de puntual noticia de los antiguos prelados que las gobernaron en los primitivos siglos a causa de las sangrientas persecuciones que padecieron, movidas de los emperadores tiranos y de otras naciones bárbaras que la invadieron, arruinaron sus templos y abrasaron sus libros y sus escritos?padeciendo con especialidad estas provincias su total ruina en la funesta pérdida de España con la entrada de los sarracenos en ella, de cuyas manos, si no se hubiesen librado las Actas de los Concilios toledanos, hispalenses y otros no se tuviera noticia del corto número y catálogo de obispos.
    En el siglo XVII se han publicado diferentes cronicones apócrifos. En la fingida fábrica de estos cronicones se reparten muchos obispos a las antiguas Catedrales de España y otras que se suponen. Son en total 22 obispos:

    San Torcuato, por el año de 37.
    Atanasio, su discípulo, año 100.
    Emiliano, mártir, 103.
    Sotero Germano, 145
    Julio, 239.
    Félix, 272.
    Aureo, 300.
    Causto, 331.
    Vicente, intruso, 363.
    Veliano, 396.
    Juliano, 413.
    Vicente II, 463.
    Armando, 493.
    Ceciano, 517.
    Magno, monje, 553.
    Bertrando, 575.
    Vicente, monje clariense, 596
    Luciano, 603.
    Justo, Abad, 654.
    San Frodoario, monje hispalense, 647.
    Juliano, abad, 654.
    Frodoario II, mártir, 717.


    En este catálogo, son ciertos, además de San Torcuato, los nombres de los Obispos Félix, Justo y los dos últimos, Juliano y Frodoario, pero todos los otros son fingidos, y así en los capítulos siguientes se dará la noticia verídica y auténtica que solamente hay de los Obispos de Guadix.

    (El Obispo Félix presidió el Concilio de Iliberis-Granada, de suma importancia por ser el primero en España y tal vez del mundo. Siguiente capítulo)


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 16/11/2009 12:10h<!-- end editby -->
  • Publicado: 23.11.2009, 17:18
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    33

    DEL SANTO OBISPO DE GUADIX FELIX, UNICO DE ESTE NOMBRE, PRESIDENTE QUE FUE DEL PLAUSIBLE Y ANTIQUÍSIMO CONCILIO ILIBERITANO.

    El santo concilio iliberitano es el primero de los que se celebran en la primitiva Iglesia de España y aún de toda la Cristiandad.
    A este Concilio asistieron diecinueve Obispos y 36 Presbíteros, a los cuales todos presidió el Santo Félix, Obispo de Guadix, y en la evidencia de esta noticia concuerdan todos los códices antiguos impresos y manuscritos. La ciudad donde se convocó y celebró este Concilio fue la antigua Iliberi, que unos dicen ser al pie de Sierra Nevada, otros, en el sitio donde hoy está poblada la nobilísima ciudad de Granada. La distancia de ambos lugares, es tan corta, como de legua y media, no es mi ánimo hacer distinción sobre el examen de este punto.
    Sobre el año en que se celebró el Concilio es mayor la variedad de los escritores; el que más anticipado lo señala es Juan Morino diciendo se celebró cerca de los años 250 de C. y el Cardenal Aguirre haberse celebrado por el año 303 de C. Y según un códice de la Iglesia de Urgel fue celebrado el día 15 de Mayo
    Estableciéronse ochenta y un decretos o cánones. Fueron sus resoluciones santas, importantes y necesarias las penas, con el rigor correspondiente al estado de las cosas en aquel tiempo.; se mandó castigar la idolatría y el adulterio. Prihibióse que se pintasen en las paredes las sagradas imágenes por considerarlas expuestas a la irreverencia de los gentiles. Ordenóse que ninguna mujer casada pudiese sin licencia de su marido escribir cartas ni abrir las que viniesen a ella, ni velar de noche en los cementerios, por el peligro y ocasión de algunos pecados que solían cometerse. A los eclesiásticos se les prohibió el comercio y mercancía y el que tuviesen en sus casas mujeres extrañas.

    Asistieron a este Concilio los Obispos siguientes:
    1- El santo Obispo Félix de Guadix el cual fue presidente de este Concilio. 2- Sabino, Obispo de Sevilla, que se cree fue el que dio sepultura a las santas vírgenes Justa y Rufián, patronas de aquella ciudad. 3- Smagio, tal vez Obispo de Cabra. 4- Obispo de la ciudad de Mentesa que unos creen es Jaén y otros Cazorla. 5- Catón, obispo de la iglesia de Urci de quien hoy se reputa sucesora la de Almería y que se cree haber sido Urci la villa de Orce, en la hoya de Baza. 6- San Valerio, mártir y Obispo de Zaragoza. 7- Melancio, Obispo de Toledo que es el segundo Prelado de quien tiene noticia verídica su santa Iglesia Primada. 8- Vincencio, Obispo de Ossonoba, ciudad de Portugal. 9- Suceso, Obispo de Eliocrata que es la ciudad de Lorca en Murcia. 10- Patricio, Obispo de Málaga. 11- Osio, Obispo de Córdoba. Fue varón sapientísimo, honra y gloria de las Iglesias de España. Que después presidió el Concilio primero Niceno al que asistieron trescientos dieciocho Obispos. Y participó en otros numerosos Concilios. 12- Camerino, obispo tuccitano o de Tucci, que sería la villa de Martos, sufragánea de la de Sevilla y que ahora es de Jaén. 13- Secundino, Obispo de Castulo, sitio ya despoblado, que dista tres leguas de Baeza y una de Linares. 14- Flavio, Obispo de Iliberi, Granada, cuya Cátedra Episcopal instituyó San Cecilio, condiscípulo de San Torcuato, por cuya razón es tenida por apostólica. 15- Liberio, Obispo de Mérida, que después fue metrópoli de toda la Lusitania. 16- Decencio, Obispo de León. 17- Januario, Obispo de Salaria, que algunos dicen estaba situada en Andalucía y otros en Portugal. 18- Quinciano, Obispo elborense, que es de Evora en Portugal. 19- Eutiquiano, Obispo de Baza.
    De la asistencia de estos diecinueve prelados se colige ser este concilio nacional o general de España ya que concurrieron Obispos de Andalucía, de Castilla, de León, de Aragón, de Portugal, de Extremadura y del Algarbe. No es dudable era mayor el número de obispados, pero unos por la persecución, otros por no estar cubiertas sus Sedes o por enfermedad no les fue posible su asistencia.
    ---
    (Añadido hoy un comentario: El sentido gramatical de este cn es dificultoso (si bien esta dificultado la hemos obviado con la traducción que hemos hecho): «Ha parecido bien... prohibir a los obispos abstenerse de sus mujeres...». Y no faltan protestantes, que aducen este texto del Concilio de Ilíberis para demostrar que la ley del celibato no se dio en la Iglesia de Jesucristo (SAMUEL VILA, Las Fuentes del Cristianismo 52). Sin embargo con toda evidencia, por el contexto, el sentido es totalmente contrario: prohibir hacer uso de las mujeres. Lo cual está totalmente claro por el Concilio Wormatiense (año 868) en el cual se cita el cn, de Ilíberis del siguiente modo: «Ha parecido bien que los obispos, los presbíteros, los diáconos, los subdiáconos se abstengan de las mujeres y no tengan hijos; y si violare este decreto, sean arrojados del honor clerical» (n.9: Msi 15,891). Véase también PIO XI en la Encíclica «Ad catholici sacerdotii»: AAS 28 (1936).
    [3] Extraordinaria es acerca de este tema la carta de SIRICIO a los obispos africanos (Epistc1a 1, 5,10: ML 13,1155); y también una carta de INOCENCIO I (Epist. 2 c.9 n.12; 6 c.1 n, 2: ML 40,475-476.496-497) y una carta de LEON MAGNO (Epist. 14 n.4: ML 54,672).
    [4] En realidad no es unánime la sentencia de los teólogos acerca del origen primitivo de la ley del celibato, y al no tener documentos explícitos, apenas podemos afirmar algo cierto respecto a ambas sentencias; sin embargo parecen más fuertes las razones que remontan la ley del celibato a los Apóstoles, principalmente si se entiende la ley más general y como a manera de consejo, en aquellos primeros tiempos, en los cuales no era fácil encontrar hombres célibes aptos para gobernar y establecer las comunidades eclesiásticas. Poco a poco la doctrina misma de la Iglesia ensalzó la dignidad del sacerdocio y el mérito de la virginidad, y así ya pasa a ser ley lo que tal vez había sido recomendado solamente a modo de consejo.)




    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 23/11/2009 21:17h<!-- end editby -->
  • Publicado: 03.12.2009, 17:34
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    34

    DE LA RAZON POR QUÉ PRESIDIÓ EN EL CONCILIO ILIBERITANO EL SANTO FELIX, OBISPO DE GUADIX

    La presidencia de Félix en este Concilio ha ocasionado no pocos celos. Unos afirmaban que la iglesia de Toledo gozaba derecho y preeminencia de primada en tiempo de este Concilio, a pesar de que su Obispo Melancio ocupaba el séptimo lugar.
    El Padre Quitanadueñas dice lo presidió Félix o por la antigüedad o por ser legado del Papa. La primera razón es más jurídica y sólida y la segunda es solo conjeturable pues si gozaba ya del derecho de Primado de las Españas no necesitaba tal comisión Pontificia.
    Don Juan Tamayo dice que lo presidió Félix por su reconocida sabiduría y virtudes, mas esto es un discurso voluntarioso.
    Con menor desproporción pudiera decirse que lo presidió Félix por ser sucesor meritísimo de San Torcuato aquel que tuvo la primacía en el discipulado del Apóstol Santiago.
    Don Diego de Castejón, Obispo de Tarazona, discurre que no se atendieron las precedencias por hallarse afligidos y sin libertad por la persecución de los tiranos o por haberse celebrado ese Concilio en territorio de Guadix.
    La primera razón es inverosímil porque si pudieron congregarse, con menos dificultad podían observar la precedencia de sus dignidades.
    La segunda razón de Castejón es insubsistente por ser absolutamente incierto que Iliberis era territorio de Guadix, y que tenía como Obispo a San Cecilio condiscípulo de San Torcuato.
    Y aunque la primacía de los Obispos no consiste en su antigüedad sino en la institución o concesión apostólica, como se demuestra con Roma que es la Primada y cabeza de todas cuando San Pedro lo fue primero de Alejandría, de este modo la iglesia de Toledo por confirmación Apostólica, hoy goza del derecho de Primada, que todavía no tenía en tiempo del Concilio de Iliberitano.
    D. Manuel González Téllez dice que los Obispo no observaban forma ni orden en los asientos y procedencia de las firmas hasta los Concilios bracarense y africano en el año 561 aunque ya estaba en tiempo del iliberitano instituido en España el orden jerárquico de Primados, Arzobispos y Obispos.
    Esta razón contiene en sí alguna contrariedad por decirse no había orden en los asientos y que al mismo tiempo estaba ya instituido en España el orden jerárquico de los Prelados.
    Una y otra noticia carecen de suficiente probabilidad.
    La primera porque no se hace creíble estuviese en aquel tiempo tan ruda la policía eclesiástica que faltasen los prelados a observar el orden de sus antigüedades en los asientos. Y la segunda porque si en aquel tiempo estuviera ya establecido en España el orden jerárquico de los prelados, hubiera precedido el Primado, y por consiguiente los Metropolitanos, al Obispo de Guadix.
    Son Fernando de Mendoza dice: de ser la suscripción o firma de Félix, la primera de todas, se manifiesta era en aquel tiempo inaudito el nombre de Primados y Metropolitanos.
    Toledo, aunque fuerte, era en aquel tiempo, como refiere Tito Livio, nunca obtuvo la preeminencia de Colonia romana.
    Según el Padre Mariana se concedió a Toledo la Primacía de España en tiempo de Urbano II por el año 1087. Aunque el Marqués de Mondejar discurre que la jurisdicción de Metropolitana de Toledo tuvo principio con Leovigildo y la de Primada de España con Ervigio, año 681
    La potísima razón de haber presidido este Concilio el santo Félix, fue por hallarse en consagración el más antiguo de todos.
    ---
    Gran honor para España. Gran honor para Iliberi, Granada, por este primer Concilio de la cristiandad. Honor para la Catedral de Guadix porque su prelado lo presidió. Mayor honor porque siendo igual a otros es el primero en antigüedad.
    El celebrado en Jerusalén por los Apóstoles mas que bien son parte del Nuevo Testamento que Concilios separados.
    Es un honor de la Cátedra Episcopal de Guadix, porque del Concilio por Félix presidido, de sus cánones se aprovecharon casi todos los que se celebraron después, desde el de Nicea hasta otros muchos.
    El mismo Graciano se valió de él en la compilación del Decreto que la Iglesia ha atendido para su Gobierno.
    Es un honor este Concilio porque sus cánones, la predicación y martirio de los padres que a él concurrieron, sirvieron para fortalecer en la Fe a innumerables católicos.
    No tenemos noticias ni testimonio auténtico de cómo murió el Santo y mártir Obispo Félix, pero un cronicón refiere a un Obispo llamado Félix que padeció martirio en la ciudad Spalatense, sita en los pirineos, y algunos creen era Félix obispo de Guadix por haber ido a predicar el evangelio a Celtiberia y Vasconia y que este santo obispo es el mismo del que hace memoria el Martirologio romano. Aunque la Catedral de Guadix no le reconoce por suyo ni ha dado nunca culto a San Félix mártir como obispo de Guadix.


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 03/12/2009 19:02h<!-- end editby -->
  • Publicado: 13.12.2009, 17:21
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    35

    SAN FRODOARIO, ÚLTIMO OBISPO DE GUADIX EN LA UNIVERSAL PÉRDIDA DE ESPAÑA.

    Con el rey Don Rodrigo, queda desecho el imperio de los godos en España, cometida año de 714 o 710, por cuatro partes de ejército, gobernados por Tarif, Muza, Abdalasis y el conde Don Julián señor de la Calahorra y otras tierra de la alpujarra, que son ahora marquesado del Zenete, en el Obispado de Guadix.
    Experimentaron sus primeros ímpetus en Andalucía las ciudades de Medina-Sidonia, Sevilla, Écija, Córdoba, Málaga, Granada y Guadix, que a ejemplo de otras se entregó con algunos pactos, retirándose los andaluces fugitivos, unos a Asturias, Navarra y Vizcaya, padeciendo otros el golpe del cuchillo o el cautiverio.
    Lloraron los prelados la devastación de sus templos o su mutación en Mezquitas y la profanación.
    Después quedaron muchos cristianos con permiso de vivir en la religión católica. Por este tiempo resplandecieron Urbano, Obispo de Toledo y Frodoario de Guadix quienes conservaron a los cristianos firmes en la fe, pero sujetos a la tiranía de excesivos impuestos, viviendo en la esclavitud.
    Frodoario los confortaba, pero este contemplaba desconcertada del todo la armonía eclesiástica de su ciudad accitana. Y así el Obispo Isidoro Pacense afirma: "Que por el año 719 de Cristo resplandecían mucho en doctrina, sabiduría, santidad y las virtudes de esperanza, fe y caridad para confortar la Iglesia de Dios, Frodoario, Obispo de Guadix; Urbano de la regia ciudad de Toledo; Evancio, su arcediano; Veteráno y Melódico".
    El Arzobispo de Toledo que escribió ahora cuatrocientos y cincuenta y dos años dice: Frodoario, Obispo de la iglesia de Guadix, era aclamado por insigne en religión y sabiduría.
    El padre Marieta en su capítulo que titula De San Frodoario, Obispo de Guadix, refiere: Este santo Frodoario fue Obispo de Guadix, llamada antiguamente Acci, de cuya Iglesia fue su primer Obispo, San Torcuato, discípulo de Santiago. Defendió este santo varón, como buen pastor, su grey y la de toda Andalucía. Fue hombre muy docto y santo y floreció en tiempo del Rey Don Pelayo que fue por los años de 738 poco más o menos.
    El glorioso transito de San Frodoario según refiere Isidoro Pacense y Juan Vaseo corresponde al año 741 de Cristo. Ignórase el pueblo en que murió y no ha faltado quien diga fue sepultado en Toledo, y que antes de venirse a esta ciudad, viendo en Guadix su Catedral convertida en mezquita, trasladó el sagrado cuerpo de San Torcuato a Galicia. Donde en una áspera montaña, lo escondieron bajo tierra junto a otras reliquias como hicieron otros con las reliquias de sus iglesias.


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 13/12/2009 18:53h<!-- end editby -->
  • Publicado: 18.01.2010, 11:31
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    36

    MEMORIA DE VARIAS NOTICIAS DE GUADIX DESPUES DE LA PÉRDIDA DE ESPAÑA HASTA LOS REYES CATÓLICOS.

    Después de muerto en África el Rey Jacobo Almanzor y dominada España por sus capitanes Tarik y Muza nombrados a moros principales por alcaldes de Granada, Málaga, Guadix y demás ciudades, se dividió el dominio de estas provincias en diversos reinos, como fueron los de Toledo, Zaragoza, Valencia y otros, siendo los más poderosos el de Córdoba a cuya corona estaba sujeta la ciudad de Guadix, hasta que descaeciendo el dominio de Córdoba tuvo principio la de Granada, donde el año 731 se hizo coronar Rey Betiz el Zunuzi por muerte de su padre Betiz Abenhabuz. Al mismo tiempo se hizo coronar en los pueblos de Sierra Nevada el alcalde Abrahen Abuxarra del cual tomó aquella tierra su nombre de Abuxarras, que ahora se llaman Alpujarras. Y desde allí sojuzgó toda la tierra del río Almanzora, hasta llegar al de Guadix y pueblos confinantes por la parte oriental de Sierra Nevada.
    Teniendo noticia de ello Betiz, el moro de Granada, juntó un ejercito de seis mil hombres y tomó un paso principal cerca de Órjiba, pero murieren muchos de ambas partes, y Betiz fingiendo dejar la guerra dio vuelta a Granada, reformó su ejército y marchó hacia el río de Guadix que se supone era la misma ciudad de Guadix y llegó hasta dominar el puerto de la Ragua. Aquí le salió al encuentro Abuxarra quedando la victoria por Betiz. Pero entrado el invierno, nevó tanto, que ambos ejércitos se vieron obligados a retirar.
    Después en los siguientes años no pudieron estos capitanes moros mantener el nombre de Reyes, siendo lo más verosímil que fueran gobernadores de Granada, porque los historiadores no señalan reyes de Granada hasta el año 1098 o según otros el año 1236 en que el primero fue Mahomet o Mahomar Alhamar.
    Lo que se refiere anteriormente sucedió el año 732 y pocos años después se halla memoria de Guadix en el de 741 por haber muerto en este tiempo San Frodoario (Obispo de Guadix). Después pasando al siglo inmediato se hace de nuevo memoria de Guadix por haber nacido el año 800 San Fandila que consiguió la palma del martirio el año 853 en Córdoba. De donde se colige que por este tiempo había en Guadix cristianos con el permiso de vivir en nuestra santa fe católica aunque sometidos a altos impuestos y sumisiones.
    Perdida España, el primero que dio principio a su restauración fue el glorioso Príncipe Don Pelayo
    a quien procuraron imitar en las conquistas los reyes sucesores, si bien pasaron no pocos centenares de años en recuperar enteramente lo que en pocos meses se perdió.
    Uno de los reyes que procuraron aventajarse en estas empresas cristianas fue D. Alonso el VII, llamado Emperador de España, que reinando por los años de 1147 conquistó Almería. Después en el año 1152 consiguió la conquista de la ciudad de Guadix, y en el siguiente la de Andujar.
    Cinco a seis años estuvo Guadix en poder de los cristianos porque viniendo de África Jucet hizo guerra con un ejército de sesenta mil caballos y mas infantes y ganó a los cristianos las ciudades de Guadix, Almería, Andujar y Montoso por el año de 1157.
    Jucet y su padre Abdelmón fueron los primeros emperadores de África del linaje de los moros almohades, que quitaron el imperio a los almorávides. Estos hicieron su primera entrada en Andalucía el año 1151, y la segunda, el año 1157, cuando Jucef ganó a Guadix y otras ciudades. Hasta este tiempo se mantuvieron en Guadix, Granada y otras ciudades muchos cristianos con el permiso de vivir en la fe cristiana aunque muy oprimidos por lo cual me persuado que hasta estos siglos hubo en Guadix sacerdotes y Obispos, como los hubo en Baza, Granada y otras ciudades, los cuales, por vivir mezclados entre los árabes se llamaban mixtiárabes, que ahora pronunciamos mozárabes. Más esta viva llama de fe, se apagó del todo con el nuevo huracán y avenida de los almohades, prohibiendo la elección de Obispos y, llevando desterrados a África los que había, juntamente con los demás cristianos.
    Por los años de 1237 dominaba las ciudades de Jaén, Guadix, Granada, Baza, Arjona y otras, Mahomet Alhamar, labriego del campo, y siendo alcalde de Arjona, estas ciudades le aclamaron por Rey de Granada, en cuya ciudad puso la silla del Reino habiéndola tenido antes en Almería, y este fue el principio de la corona real de Granada hasta los Reyes Católicos.


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 18/01/2010 14:11h<!-- end editby -->
  • Publicado: 27.01.2010, 10:03
     
    ASandy
    rango:
    Colaborador/a Colaborador/a
    Registrado desde:
     mayo 2008
    Estado:
    desconectado
    última visita:
    13.04.14
    Mensajes:
    513
    37

    MOROS ARRAEZES DE GUADIX
    Los alcaldes de Guadix y Málaga molestos con el rey de Granada Alhamar acudieron al Rey D. Alfonso el Sabio, rey de Castilla y León a los que oyó gustoso y prometió ayuda. Estos se levantaron en armas contra Alhamar haciendo estragos en las tierras del rey de Granada. Mas este, para que D. Alfonso no les prestase ayuda le prometió que no seguiría en alianza con el rey de Murcia Hudiel Alboaques quien abandonado por Alhamar se puso a los pies de D. Alfonso y le entregó Murcia y los pueblos de su reino.
    Ante algunas alteraciones en Castilla, entre ellos D. Nuño González de Lara, este se granjeó la protección del rey de Granada quien hizo después guerra a los arraezes de Guadix y Málaga. A Nuño de Lara se unieron D. Lope de Haro y el infante D. Felipe y se dirigieron con gran séquito de gente a Granada asistidos de infanzones y de la flor de la milicia de Castilla, quienes fueron muy bien recibidos por Alhamar. Enterado D. Alfonso mandó a concejos y plazas de armas para que a fuego y sangre hiciesen guerra al rey de Granada, y mandó tropas para reforzar a los arraezes de Guadix y Málaga.
    El infante D. Felipe se ofreció al rey de Granada para ir a luchar contra los arraezes de Guadix, puesto él al frente de las tropas llegó a dar vista a Guadix haciéndo diversas invasiones en los pueblos y campos de su entorno. Más con la valerosa resistencia y al abrigo de las ramas enviadas por D. Alfonso, tuvieron que volverse a Granada donde además había enfermado Alhamar que murió a los pocos días.
    Le sucedió su hijo Abdalá Amir Mozlemín quien volvió contra los arraezes y sin emprender acción digna de gloria, se volvieron a retirar a Granada.
    El rey D. Alfonso ordenó que arrasasen las casas del Infante D. Felipe y ricos-hombres que le acompañaron y que fuesen tenidos por traidores, más el rey moro les dijo que él no embaracería su reconciliación con el Rey a quien pedía solo que desamparase a los rebeldes arraezes de Guadix y Málaga pero Don Alfonso preservaba el derecho y libertad de estos.
    Con motivo de un viaje a Alemania del Rey D. Alfonso quedaron al frente del Gobierno en su ausencia la Reina, el Príncipe D. Fernando y el Infante D. Sancho Arzobispo de Toledo, los que firmaron con el rey de Granada un tratado en el que devolvían a D. Felipe y sus hombres sus haciendas, que el rey de Granada pagase el tributo cada año al de Castilla de trescientos mil maravedíes de oro, y de pronto una gran cantidad de dinero, y que a los arraezes de Guadix y Málaga se les concediese tregua por un año solamente.
    El rey moro calculó que en ese año volvería el Rey, y así llamó a Miramamolín de Marruecos para que ocupase gran parte de Andalucía, ofreciendo los puertos de Algeciras y Tarifa. Miramamolín, año 1275, vino a España en persona con diecisiete mil jinetes y número correspondiente de infantería y persuadió a los arraezes de Málaga y Guadix, para sin dividir fuerzas, pudiesen hacer guerra a los cristianos la cual emprendieron muy sangrienta.


    <!-- editby -->

    editado por: ASandy, 27/01/2010 11:14h<!-- end editby -->

Ir a la página: [-1] 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7 [+1]