Otro personaje al que recuerdo con gran cariño es al Padre Agustín. Jamás podré olvidar las sesiones de cine que nos daba en las fiestas de la Estación.
Como casi todos sabréis tuvo un problema con el Obispo de Guadix que le obligó, primero al destierro y después a dejar el sacerdocio.
Yo tuve la suerte de poderlo visitar en Málaga años después, cuando yo estaba hecho un mozuelo y comprendía mejor ciertas cosas de "Palacio".
El Obispo ordenaba y mandaba, nadie podía rechistar y pasó lo que pasó; claro que a él tampoco le salieron bien las cosas porque poco después también tuvo que marchar de la Diócesis.
Hoy no se hubiera llegado a esos extremos, creo, pero lo cierto es que en aquellos años las cosas eran así.
La pena es que se perdió para el sacerdocio a una muy gran persona, cariñosa y muy querida por las gentes de la Estación.
Recuerdo especialmente, estando en su casa de Málaga, cuando me enseñó "su cáliz" casi con lágrimas en los ojos.
Seguro que la vida le habrá deparado lo mejor; se lo merecía.
Saludillos.
Roberto.

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editado por: roberto, May 16, 2008 - 04:42 <!-- end editby -->

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A propósito, ¿alguien recuerda los apellidos del Padre Agustín?.
Saludillos.
Roberto.

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editado por: roberto, May 16, 2008 - 04:43 <!-- end editby -->

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Pues Don Agustín se llama Don Agustín Sánchez Díaz.
Saludillos.

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editado por: roberto, 27/05/2008 21:47h<!-- end editby -->

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Gracias a la gentileza de mi tía Mary, que me prestó el libro, y al buen saber hacer de Antonio Sierra, podéis disfrutar del libro escrito por el Padre Don Agustín Sánchez Díaz en el enlace de abajo.
Saludillos.

http://accitano...ay&mid=1

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Me da la sensación que nuestro Agustín Sánchez Díaz es este:

Agustin+Sanchez+Diaz

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21aToPe

Me da la sensación que nuestro Agustín Sánchez Díaz es este:

Agustin+Sanchez+Diaz

Pues sí es, y aquí os transcribo unas palabras suyas en los foros que nos indicaba 21aToPe:

Cita

"Hace muchos años, siendo yo Párroco en una barriada de trabajadores de la Renfe con unos mil empleados, el más sobresaliente de los comunistas, jefe de personal, me hacía la guerra abiertamente contra Dios, la Iglesia y los curas.
Vino como Padrino a bautizar un sobrino, yo le dije que tenía que comprometerse a educar cristianamente a su sobrino, a falta de los padres, y como él no creía en nada, que al menos me dijera que en Dios sí creía. No lo pude conseguir y entonces se llevó a su sobrino a otra Parroquia.
Pasado el tiempo, nunca rompimos el dialogo y su amistad con mi madre.
Recuerdo que sentados sobre un pequeño muro, después de defender él al comunismo y yo a la Iglesia y Dios, me dijo: Yo no creo en nada pero no deje a mis hijos de su mano, quiero que estén a su lado. Los hijos ya eran catequistas de mi Parroquia.
El misterio de sentir vergüenza, por motivos políticos, para confesar su fe interior.
No todo el que dice no creo o en Dios, o en la Iglesia, lleva ese sentimiento dentro de sí".

Ya me he puesto en contacto con él y estoy esperando noticias suyas.
Con ello intento hacerlo partícipe de nuestra página.
Saludillos.

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roberto

...Ya me he puesto en contacto con él y estoy esperando noticias suyas.
Con ello intento hacerlo partícipe de nuestra página.
Saludillos.

Llegas tarde... :

Para: Agustin Sanchez Diaz - Publicado: Sab May 24, 2008 2:48 pm

Estimado Agustín:

Creemos haberle encontrado. Si fue sacerdote en la estación de Guadix le rogamos se pase por nuestro lugar de encuentro "Accitanos de la Estación".

El pasado 3 de Mayo de 2008 nos reunimos más de 100 antiguos vecinos de la estación y hemos creado una página web para recordar los años 60-70:

http://accitano...et/index.php.

Tenemos incluso su libro "Cuando la vida llueve". Si es usted el Padre Agustín que buscamos, deseariamos tenerle entre nosotros.

Saludos de Antonio Sierra Martínez.
accitanosdelaestacion@euroferroviarios.net

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El Padre Agustín también recuerda aquellos días:

Agustin Sanchez Diaz

...Yo tuve la suerte de que mis padres vivieran durante mi vida Parroquial. y creo que mi mayor acierto fue, además de mantener la fe según la Iglesia Católica, mis relaciones con cuantos no se consideraban ya cristianos. Intenté y conseguí que, todos de una u otra forma, vivieran en continuos actos dependientes de la Parroquia, en los que todos se veían obligados a participar a través de sus hijos, que sin excepción asistían a la catequesis, y el Padre Cura era para ellos...hasta una diversión, formando un vínculo de familia parroquial.

Mi bendita madre se hizo amiga de mi mayor adversario religioso, que un día me dijo: Yo no creo en nada, pero Vd. no deje a mis hijos, quiero que estén a su lado, y de tal forma lo estaban que sus hijos eran catequistas. Cuando me marché de la Parroquia este mismo Señor dijo de besarme la mano, yo le dije que si la besaba al Sacerdote se lo permitía, y él así la besó.

Pusimos un Cine parroquial. Celebrábamos concursos de canto. Hacíamos teatro. Desfile brillantísimo el día de Domund por diversos pueblos, Tómbolas; y en todo ellos eran los protagonistas. Ellos llevaban las cuentas de las ofrendas. Los jóvenes editaban el periódico parroquial... En Navidades los niños más necesitados escribían sus cartas a los Reyes de la Parroquia que además de los juguetes les llevaban mantas, sábanas y aún mesas. Inaugurábamos el Curso con los proyectos de cada Sección Parroquial y lo cerrábamos en verano solemnemente...

Toda esta participación era antes del Concilio.

Quiero decir que la familia Parroquial era una realidad presente y motora de toda clase de actividades.

Mi Parroquia ferroviaria, en aquellos tiempos estaba políticamente en su inmensa mayoría contra el gobierno, y fundé la Hermandad Católica ferroviaria con unos setecientos afiliados de una población de unos mil puestos de trabajo en la Renfe. Esta hermandad era la base y el motor de casi todas las actividades parroquiales, unas piadosas que las llevaban los que asistían a Misa y otras, en la que la participación no exigía este requisito, las llevaban otros, pero en la Sección de caridad, todos podían participar y lo hacían. También tenía la Adoración Nocturna donde los hombres hacían preguntas contantes de temas de los que tenían ganas de poder exponerlos, me asistían una media de 15 hombres.

Permíteme este recuerdo más: En la noche de Navidad, un año, tardé en el homilía casi una hora, " Estampas de Navidad", cuando terminé la Misa me encontré que me esperaba un grupo de hombres y yo creía que me regañarían por lo de la Homilía, les pedí que perdonasen y me respondieron que por no haber continuado me ponían de penitencia coger una guitarra, jamás la había cogido, y me obligaron a ir por diversas casas, durante toda la noche a cantar villancicos y felicitar a muchos.

No sé si este pasado, ya tan lejano, puede darte respuesta alguna. Yo contaba con buenos colaboradores. ¡Pero sobre todo los niños que llevaban a sus casas la alegría y el contacto con la Parroquia!

Cuando llegué a esta Parroquia, ningún enfermo me llamaba para recibir los Sacramentos, y entonces tomé la costumbre que aún ante cualquier leve enfermedad yo les visitaba y a partir de entonces les llevaba la comunión a los que era posible, rompiendo así el miedo a ver entrar el Cura en la casa de un enfermo.

Perdona estas confidencias, pero aquellas vivencias son inolvidables.

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Agustín Sánchez Díaz nos ha escrito:

Agustín Sánchez Díaz - Dom May 25, 2008 9:26 am

Estimados y queridísimos sorprendetes amigos :

Si me buscabais a mi, yo soy.

La sorpresa que me habéis dado ha sido en un principio, al ver la foto de mi hermana, ya en el cielo, de estupor y desconcierto, pero al leer vuestro correo he descansado como no os podeis ni imaginar.

Hace muchos años que no me es posible llorar, y en esta ocasión he notado unas lágrimas de no se qué sensaciones envueltas en tan gratisimos recuerdos de esos, para mí, estraordinarios «Accitanos de la Estación. », que siempre sereis con orgullo y gratísimo recuerdo por mi parte, « los ferroviarios de la Estación ».

Yo también quiero ser uno más de esos antiguos vecinos, y me siento más que honrado ante vuestra petición de que esté entre vosotros. Creedme, me siento muy agradecido.

El enigma es la « foto ». No acabo de entender el por qué la habeis usado como mensaje y el cómo disponiais de ella.

A pesar de que estoy secularizado, me complace que ún me nombreis como el Padre Agustín.

Mi Sacerdocio sigue en mi interior y por ello escribo sobre lo que amo y siento : Dios y su Santa Iglesia nuestra Madre. Es lo más sublime y nadie podrá arrebatarme ese oculto tesoro.

Gracias, muchas gracias y me consuela y me llena de orgullo seguir siendo vuestro amigo

Nota al intentar darme de alta y estar en contacto con vosotros mi ordenador me dice hay un error interno. Mi hijo me lo resolverá. Os he enviado un correo, no se si llegará, mientras tambien respondo aquí.
Un saludo.

Pues la foto de su hermana (q.e.p.d.), así como su libro "Cuando la vida llueve", han sido cedidos por gentileza de mi tía Mari Garnica.
¡Ah!, y bienvenido a esta su casa.
Saludillos.
Roberto.

P.E. Nunca olvidaré la visita que junto a mis padres le hicimos en su casa de Málaga.

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editado por: roberto, 25/05/2008 15:25h<!-- end editby -->

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Padre Agustín, Padre Agustín. Siempre será así, " tiempos aquellos " , la verdad es que marcó una época en la Estación de Guadix y esto es algo que llevamos los estacioneros ferroviarios y no ferroviarios en una parte de nosotros, pero con cariño, que nó és posible olvidar. Gran sacerdote " el mejor " ,y como hombre , fuerte y buena persona.
Supo ganarse la confianza de todos, ferroviarios, labradores, comerciantes, albañiles, etc, etc , etc: Poco a poco su buén hacer y el amor por todos hizo, que naciese el vínculo de la iglesia con las familias estacioneras. Los que estaban más cerca, los más alejados, los que menos tenian, los que más podian, aquellos que sufrian y estos que reian, todos envueltos en ese manto, que era ese sacerdote, ese hombre, al que conocemos como Padre Agustín: Ya nadie puede borrar esto, porque esto forma parte de nuestra historia y nuestras vivencias.
La estación, los estacioneros, estacioneras ferroviarias y no ferroviarios siempre te tienen presente. D. Agustín Sánchez Díaz, estacionero por excelencia, nuestro grán amigo, siempre serás EL PADRE AGUSTÍN. Un saludo J.B.

En verdad os digo, amigos, que siempre he dicho que aquellos años que estuve en la Estación fueron muy felices en mi vida, muy felices. Ahora, cuarenta y tres años después, aunque apenas hemos tenido contacto, y todos sabeis mis razones, me habeis hecho estremecer de emoción ante vuestro recuerdo.
No fui yo el que consiguió aquella alegría y amistad, fuimos todos los que cooperando con buena voluntad, conseguimos que pasado tanto tiempo, siga intacto tan grato recuerdo.
Ahora, sois vostros los protagonistas y los que me habeis mandado un no interrumpido mensaje de paz. No sabeis cuanto lo agradezco en mi silencio.
Me maravilla que publiqueis algunos comentarios hechos por mi en Catholic.nec y la publicación de mi librito editado dos meses antes de mi problema. Pues aún estando secularizado y casado, eso no obsta, en absoluto, para que me sienta en mi interior, Sacerdote, y escriba sobre él, soy el mismo de entonces.
Y ya que me dais la oportunidad de volver a tener contacto con vosotros, la aprovecho, pues me es necesario volver a aquellas "raices".
Los ferroviarios que conocí eran, eso, hombres, pero magníficos.
Gracias a todos.

Las gracias se las debemos a Vd. muchos de nosotros desde hace 43 años. Su manera de saber hacer sublime y delicada supo aunar en tiempos muy difíciles y políticamente revueltos las voluntades de hombres de mucho carácter, pero de grandes corazones.
Tal vez yo en aquellos años era pequeño para darme cuenta de todo eso, pero gracias a Dios, tuve a mi familia, que ya siendo yo mayor, me educaron en el respeto a la persona y me contaron muchísimas cosas sobre Vd. que guardo con especial cariño.
Sea Vd. muy bienvenido a su casa.
Saludillos.

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editado por: roberto, 27/05/2008 09:26h<!-- end editby -->

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Para Roberto y demás amigos: Aún conservo ese cáliz que me regalaron mis padres el día de mi Primera Misa y que usaba en dias especiales en aquellas naves que en la Estación llamábamos Iglesia.
Despues, con el tiempo, y añorando sus recuerdos, escribí sin someterme a métrica alguna:

AL CÁLIZ DE MI PRIMERA MISA

Añoro de mieles,
agua de tu pecho
y vino divino
ya en odre desecho.

De mi torre y pueblo
me traes campanadas
como ¡ay! de la noche
en eco apagadas.

Eres rosa ajada
de olores perdidos,
truncada violeta
de vientos venidos.

Pétalo arrugado,
corona de espino,
arrollo sin agua,
y cepa sin vino.

Nido abandonado,
recuerdo sentido,
iris en montaña,
silencio y olvido.

Segada amapola
y mudo de trino,
tampoco aireas
con aura de alpino.

Las mieses, eriales,
yerba seca en cambio,
rastrojo que araña
mi mano y mi labio.

Cáliz, sin sentido, con oro, y vacío.

Oh vida desierta,
oh huerto sin río,
silencios mustios,
collado sombrío.

Mis padres creyentes
lo habían regalado,
ya solo rebosa
su recuerdo amado.

En símbolo pétreo
la Patena es losa,
y el musgo me impide
mañana gloriosa.

Cáliz, sin sentido, con oro, y vacío.

Querido padre Agustín: Hoy miércoles 28, fisgoneando en las fotografías de las "familias", he dado con la de su querida hermana q.e.p.d..

Veo con sorpresa que sus apellidos correspondían con los suyos e intuyo que ASandy es Vd., al que profundamente apreciaba tanto y nunca tuve la oportunidad de presentarle mis respetos, después de salir a la luz su caso, que tanto daño nos causó a casi todos.

Lo he consultado con mi hijo mayor (que es el Administrador), me lo confirma y me indica donde puedo leer lo escrito hasta ahora.

Me alegra muchísimo que se encuentre entre nosotros y se erija en NUESTRO MEJOR AMIGO.

Un abrazo y bienvenido. Soy Masimar. Manuel Sierra Martínez, el estanquero, pre-jubilado desde 31-12-92.