Tema: "Quizá suene mal, pero es que, realmente, me importa poco"
jagt
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Publicado:
10.jun 2010 - 23:29

Leopoldo Abadía (Zaragoza, 1933) es un profesor y escritor español
conocido por su análisis de la crisis y económica actual mediante un
artículo publicado en su sitio web que recibió miles de visitas en apenas
unas semanas y que le llevó a publicar un libro titulado La crisis Ninja y
otros misterios de la economía actual, donde explicaba los pormenores de
la crisis de las hipotecas subprime desde un lenguaje coloquial y llano.

Artículo de Leopoldo Abadía en el Confidencial:

Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus
nietos. Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o
gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".

Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no
tiene que ver con su preocupación.

En muchas conferencias, se levanta una señora (esto es pregunta de
señoras) y dice esa frase que me a mí me hace tanta gracia: "¿qué mundo
les vamos a dejar a nuestros hijos?" Ahora, como me ven mayor y ven que
mis hijos ya está crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen
decir "¿qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?"

Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido:
"¡y a mí, ¿qué me importa?!" Quizá suena un poco mal, pero es que,
realmente, me importa muy poco.

Yo era hijo único. Ahora, cuando me reúno con los otros 64 miembros de mi
familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de
1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.

Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas,
me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental, de la que hablaré
otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros
mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que
fuera feliz?y me exigieron mucho.

Pero ¿qué mundo me dejaron? Pues mirad, me dejaron:

1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam
6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización

Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin
pensar. Si pienso un poco, escribo un libro. ¿Vosotros creéis que mis
padres pensaban en el mundo que me iban a dejar? ¡Si no se lo podían
imaginar!

Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar
darme una muy buena formación. (Si no la adquirí, fue culpa mía).

Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en
lo que va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá
para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.

A mí me gustaría que mis hijos y los hijos de ese señor que me ha escrito
y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada
limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales,?Lo que por ahí se
llama "buena gente".
Porque si son buena gente harán un mundo bueno. Y harán negocios sanos. Y,
si son capitalistas, demostrarán con sus hechos que el capitalismo es
sano. (Si son mala gente, demostrarán con sus hechos que el capitalismo es
sano, pero que ellos son unos sinvergüenzas.)

Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más darles una buena
formación: que sepan distinguir el bien del mal, que no digan que todo
vale, que piensen en los demás, que sean generosos?En estos puntos
suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran.

Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven
con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del
mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le
preocupaba mucho más qué hijos íbamos a dejar a este mundo.

A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar. Y volví a darme
cuenta de la importancia de los padres. Porque es fácil eso de pensar en
el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres
no se den cuenta de que los hijos son cosa suya y de que si salen bien, la
responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos
las cosas.

Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación,
quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la
asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o
quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.
Pero lo fundamental es lo otro: los padres. Ya sé que todos tienen mucho
trabajo, que las cosas ya no son como antes, que el padre y la madre
llegan cansados a casa, que mientras llegan, los hijos ven la tele basura,
que lo de la libertad es lo que se lleva, que la autoridad de los padres
es cosa del siglo pasado. Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo
sabemos todo, no hagamos NADA.

P.S.

1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a
contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.


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