Tema: | Hace medio siglo |
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ASandy
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RECUERDO DE MEDIO SIGLO ININTERRUMPIDO DE AFECTOS OSCURA NOCHE YA PASADA, EL HUERTO DE LOS OLIVOS DE CADA HOMBRE, HERIDO EN SU CAMINO, EN MÍ, EL SACERDOTAL. -ESCRITOS DE AYER-NO DE HOY- SOLEDAD Han pasado los años, Tú lo sabes, y el tiempo se posó como nube de arena sobre mis praderas. Todo es distinto a las primaveras anteriores de verdes tonos y a las hierbas con flores. No amanece con pinceladas de luz en mi cielo. Estático quedó el paisaje de mis ilusiones. Piedras son mis campos. Y es que el viento sopló sobre mis montañas y las trasladó a mis valles. No surgieron las fuentes ni el rocío humedeció mis grietas. Las aves pasan calentándose el pecho del resecamiento de mis tierras y no se paran, no pueden pararse sobre mí, ni a descansar ni a beber. Ya no soy fuente ni alimento Sacerdotal, porque algo secó los silos de mis fuentes cristalinas. Pero no privó a mi desierto de un dialogo con las estrellas en el oasis de bellas palmeras de mi comprensiva esposa e hijos, MI VACIO FRÍO SACERDOTAL Dentro del alma en soledad de estepa, como ciprés inhiesto ya reseco, cual roble muerto, sin que yo lo sepa, en mi interior pradera el yermo trepa, y en el camino el pastor es un eco de la tristeza que la nieve helada allá en la cumbre cae en ventiscada TESORO PERDIDO Se que en harapos envuelto yo quedé al ser impelido a dejar áureas riquezas, ¡mi Sacerdocio querido! Y silencioso en mi barro mi Cristo está así caído, en el desprecio atrapado y bajo leño, afligido. Se que soy cual fuente seca, volcán sin fuego y sin lava, río sin verde ribera y una vereda que acaba. YO, LEPROSO ¿Donde están mis hermanos, donde están mis amigos, uncidos ideales harina en mismos trigos? Enlazado en gavilla el mismo Pan cocimos, fuimos de Vid sarmiento, igual vino bebimos. Como leproso en cueva de mi recuerdo, idos, mi lazareto olvidan para no oír gemidos. AL CÁLIZ DE MI PRIMERA MISA Añoro de mieles, agua de tu pecho y vino divino ya en odre desecho. De mi torre y pueblo me traes campanadas como ¡ay! de la noche en eco apagadas. Eres rosa ajada de olores perdidos, truncada violeta de vientos venidos. Pétalo arrugado, corona de espino, arrollo sin agua, y cepa sin vino. Nido abandonado, recuerdo sentido, iris en montaña, silencio y olvido. Segada amapola y mudo de trino, tampoco aireas con aura de alpino. Las miéses, eriales, yerba seca en cambio, rastrojo que araña mi mano y mi labio. Cáliz, sin sentido, con oro, y vacío. Oh vida desierta, oh huerto sin río, silencios mustios, collado sombrío. Mis padres creyentes lo habían regalado, ya solo rebosa su recuerdo amado. En símbolo pétreo la Patena es losa, y el musgo me impide mañana gloriosa. Cáliz, sin sentido, con oro, y vacío. ORACIÓN ESPONTÁNEA. SOLO HUMANA Y LIBRE ¿Qué ha de hacer el hombre que enredado en su destino busca ansioso la alborada y solo rompen sus manos las paredes de la nada? ¿Ya, ni el humillarse es el fundamento ni el sentirse el último es argumento para arrancar de Tí una mirada y para que pongas mano amiga en mi frente de espinosa zarza? ¿Estoy en la basura y desperdicios, cual gamo cogido en trampa afilada? ¿Siendo tu hijo, y llevándote dentro, abriéndote siempre puerta en mi casa, aireándote en cada poro del cuerpo y siendo espejo tuyo las potencias de mi alma, cómo siento en mí, solo, como el eco aparente de la nada? En la penumbra de alborada me abrazo tembloroso a mi ser mohoso, esperando se convierta la noche en día, y, mi alma en ventana, por donde entres Tú, la luz, a dar colores a mi estancia. Ven pronto, Sol y Amor, antes de que los hierros de mi barca me hundan, retorcidos en mi alma en el profundo abismo, robándome para siempre la esperanza. Y, a pesar de quien soy, ¡Tú lo sabes! Te amo Señor. |